Os voy a contar una historia laboral y personal acerca del módulo de Compensación.
Hace años, 10 si no me falla la memoria, comencé un proyecto para implantar el proceso de compensación en una gran multinacional.
Al amparo de la consultora en la que trabajaba y al resguardo de los compañeros que tenía, implementamos desde cero los procesos de Revisión Salarial y pago del Bonus. Ya sabéis, presupuesto por unidad, y los managers de cada una de ellas, o al nivel organizativo que el cliente requería, asignación de un porcentaje o de un importe a cada uno de sus colaboradores.
La herramienta utilizada para el proceso como ya supondréis fue SAP. Y por las épocas de las que hablamos, el desarrollo visual del proceso se hacía en el portal de SAP, concretamente vía Manager Self-Service.
Allí nos montamos un sistema de delegación a medida e incluso como no existía el concepto de Proxy que tenemos ahora en SuccessFactors, los consultores teníamos una guía para mediante debugging, sí, oís bien, debugging, entrar en el portal y «suplantar» al manager o delegado de turno para poder visualizar y analizar el error que le estaba dando.
Si sigo desarrollando esto último por escrito, me podrían meter en la cárcel.
En fin, que más allá del gatillazo del primer intento al que no llegamos, año tras año siempre había alguna mejora o algún cambio en el proceso que me hacía volver.
Y fueron pasando los años y fui adaptando la herramienta a las necesidades de cada momento. Por supuesto habría tantas anécdotas que contar que podríamos pedir a Antonio que nos dejase un capítulo de su podcast Memorias de un Consultor.
El caso es que llegó el momento de pasar a la nube. Y esta multinacional decidió que pasaría sus procesos…a ¡¡Workday!!
Es decir, SuccessFactors out Workday in. Ya hablaremos de ello en la postdata.
Con lo cual estuve el primer año de soporte de SAP, el segundo de migración a Workday y el resto de soporte de proceso en Workday. Ya no importaba el conocimiento de la herramienta, sino el conocimiento del proceso.
Y eso es precisamente lo que predican los sistemas cloud.
¿Qué más da SFSF o WD? ¿La empresa A o la empresa B?
En realidad debería dar igual la herramienta que uses o para la empresa que lo tengas que implantar. El proceso de compensación, en general, es el que es y lo único que nos permiten son realizar ciertos ajustes o parametrizaciones.
Es decir, no adaptes tu herramienta al proceso sino adapta tu proceso particular al de la herramienta.
Y bueno, eso está bien, ciertamente. Pero cuando empiezas a rascar un poco, pues no llega, no es suficiente.
Y ahí es donde echo yo de menos mi SAP On-Premise. Donde quieras que no alguna cosa curiosa podías hacer.
A ver, que no es que no quede otra y te toque comulgar con ruedas de molino. Que al menos en SAP, a través de SAP Cloud Platform, o queremos decir a través de SAP Business Technology Platform (SAP BTP), y su SAP Extension Suite te da la posibilidad de construir y extender aplicaciones.
Pero eso a mi, ahora mismo me queda lejos. O me pongo pilas o este tren lo tengo casi perdido.
Workday evidentemente también tiene algo parecido con Workday Extend.
Aún así, vosotros…¿con qué os quedáis? ¿Viejo y feo On-Premise o nuevo y bonito Cloud?
PD: ¿SAP se ha preguntado por qué se le están yendo clientes a WD?
¿Es un tema de hartazgo por ser lo ya conocido de toda la vida y llegar al pueblo un apuesto forastero o hay razones de fiabilidad, usabilidad, claridad, marketing…?
Convendría realizar un análisis exhaustivo y ponerse en marcha cuanto antes, si es que se llega a esa conclusión. Estoy seguro que andan ya en ello. O al menos que deberían estarlo.