Una de las principales pegas que te encuentras a la hora de implantar el ERP es que los procesos del producto no se adaptan al 100% a los del cliente, en la mayoría de los casos.
Y, ya se sabe, aunque el cliente en un principio está dispuesto a hacer ciertas concesiones, a la hora de la verdad, muchas veces, la consultora de turno termina cediendo y «retorciendo» los procesos estándar para cumplir con los deseos del cliente, porque ya se sabe aquello de que «el cliente siempre tiene la razón».
¡Cuánto daño ha hecho la dichosa frasecita! Y es que no, el cliente NO siempre tiene la razón y un consultor debería hacérselo ver. A ver, que tampoco es estar siempre llevándole la contraria y diciéndole que no tiene ni p… idea de nada, porque seguro que tampoco es el caso.
Se trata de que el consultor ponga en valor su experiencia y le haga ver los pros y contras de hacer esas adaptaciones que pide, ya que muchas veces no son necesarias o al menos prescindibles… pero, claro, para eso tienes que conocer perfectamente todas las opciones y las alternativas posibles… pero eso se supone que lo conoces, ¿no? Por eso eres consultor, para que te consulten.
Sí, ya sé que tampoco se puede saber de todo, pero sí tener una visión global y más amplia que la del cliente que sólo ve su proceso, tú has visto otros similares y ahí radica la cuestión: tienes que hacerle ver al cliente que ese proceso de evaluación del desempeño tan específico y maravilloso que tiene, es prácticamente igual en un amplísimo porcentaje que el de su competencia que, por supuesto, también se cree especial.
Y hablo de ese proceso como podría hablar de cualquier otro… aún así, siempre habrá procesos que tengas que personalizar sí o sí, pero con cabeza.
Y todo ese trabajo para que luego… ¡no se sigan los procesos! Porque esa es otra, nos pasamos la vida definiendo procesos para que luego los usuarios hagan lo que les parece…

En la imagen anterior es fácil deducir que nuestros usuarios no están siguiendo de manera mayoritaria ese maravilloso proceso que les hemos diseñado, parece que están tomando un atajo, ¿no?
Bueno, pues precisamente esto es lo que me permite hacer Process Mining: analizar el uso real de nuestros sistemas, para a partir de ahí construir nuestros procesos.
Algunos pensaréis que esto es construir la casa por el tejado, pero quizás tenga más sentido construir una casa funcional y habitable que un magnífico palacio de mármol por el que no transite nadie, ¿no?
Os dejo un artículo que escribí en mi blog personal de esto del Process Mining, donde podéis ver la estrategia de SAP en este tema: